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CASTRO CHAO SAMARTÍN
La riqueza de este yacimiento es enorme y son numerosos los materiales encontrados: cerámicas, piezas de orfebrería, instrumental quirúrgico, juegos de pesas y medidas, herramientas de bronce, etc.
Bajo las excavaciones se extienden los testimonios de una sociedad que alcanzó, hace casi dos mil años, un grado de refinamiento urbano como hasta el momento no ha podido documentarse en otros pueblos vecinos. Se sabe que el castro estaba ya fortificado en el siglo IV antes de Jesucristo. Por aquel entonces, un pequeño grupo de cabañas, de planta circular y rectangular con esquinas redondeadas, de sala única y cubierta vegetal, se extendían al abrigo de las potentes murallas
Un profundo foso imposibilita el acceso al recinto por otro lado que no fuese el flanco sur, donde se abría la puerta del poblado. Sus habitantes practicaban la agricultura, preparaban sus alimentos en cerámicas elaboradas sin torno y fabricaban utensilios de hierro y cobre como muestran los restos metalúrgicos hallados.
La incorporación de estos territorios al Imperio Romano habría de producir modificaciones radicales en las formas de vida de los habitantes del Chao Samartín. Su privilegiada posición respecto a las minas de oro de la comarca y sobre la misma vía que comunicaba la capital lucense (Lucus Augusti) con la capital de los astures trasmontanos (Lucus Asturum, Lugo de Llanera) le proporcionó una rica vida comercial y acceso a productos de enorme prestigio.
Los alimentos se servían en juegos de vajillas importados de Zamora, Logroño o sur de Francia y las paredes de las casas se decoraban con vistosas pinturas al estilo romano.
FUENTE:AYUNTAMIENTO DE GRANDAS DE SALIME
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